“Movió la cola y se levantó como pudo”. Atropellado, con una pata fracturada, estaba frío e inmóvil cuando llegó la ayudaPor Jimena Barrionuevo
Era un sábado helado de invierno, con temperaturas bajo cero cuando, desde su casa, vio una publicación en redes sociales que la impactó. Echado sobre una sábana sucia, mojada y sobre una reja se veía la triste imagen de un perro tipo pitbull que había sido atropellado. “Quien había redactado el posteo era una empleada de la parrilla de Coco -el local de comida cerca de donde yacía el animal- y que, días anteriores, le había dado de comer huesos y sobras. La noticia tenía como 200 comentarios y casi 100 compartidos. Pero la realidad era que nadie, hasta ese momento, había ofrecido ayuda”, recuerda Florencia, una vecina de Ituzaingó que forma parte de grupos de rescate y tránsito de animales en esa localidad de la provincia de Buenos Aires.